Por Carlos Babington
Tras la Junta General de Accionistas del 10 de diciembre, la estrategia de los prebostes del accionariado del Sevilla Fútbol Club para vender el Club, se les ha ido por el momento a hacer gárgaras.
Tras la Junta General de Accionistas del 10 de diciembre, la estrategia de los prebostes del accionariado del Sevilla Fútbol Club para vender el Club, se les ha ido por el momento a hacer gárgaras.
La calma
chicha que presumían para lograr su objetivo se ha convertido por ahora en
fuerte marejada; con el problema añadido de tener que afrontarla con una
inexperta tripulación tras la marcha de los experimentados Somalo, Villanueva,
Moscoso, Valdés y Ellauri.
Por si
había poca crítica ante el método con el que los accionistas mayoritarios han
manejado sus intereses –por encima de los de la institución y el sevillismo–, sigue
haciéndose palpable que la improvisación campa a sus anchas en el Club. Ahora, en
intervención del director general ante la Junta General de la Federación de
Peñas Sevillistas, se permiten darle otro aldabonazo a la afición sevillista:
Van a modificar la cronología prevista para las obras de ampliación del Ramón
Sánchez-Pizjuán.
Públicamente
es conocido, que durante este verano se acometerían obras de ampliación en los
sectores de grada baja de los Goles Norte y Sur. Pues bien, del compromiso,
nada de nada. La excusa expuesta por José María Cruz: una hipotética –e
irrelevante disputa para el sevillismo–, final de UEL.
¿Qué
aportaría la disputa de esa final, social y económicamente, al Sevilla Fútbol
Club?
¿Es más
importante para el Consejo de Administración, priorizar la creación de un
sector “Hospitality” o “Vips” en la zona
de Preferencia –para un hecho puntual–, que posibilitar a más de 2.000
sevillistas acceder a abonos en las zonas más económicas del Estadio, o incluso,
poder agrupar allí pack-familiares?
Como
parece demostrado, que al Consejo le trae sin cuidado la incorporación de más
abonados o niños, a precios razonables, queda todo dicho.
Pero sería
injusto cargar exclusivamente de responsabilidad al Consejo; aquí hay otra
protagonista por incomparecencia o letargo: La Afición del Sevilla Fútbol Club.
Parece
obvio, que por ventura o desventura, los tiempos ya no son los mismos que en
1995. Con el conformismo y la parsimonia actual hubiésemos descendido a 2º-B.
¿Nada tiene que decir la Afición?