AFICIONADOS DE TODA EUROPA UNIDOS CONTRA LA SUPERLIGA EUROPEA

 


ACCIONISTAS UNIDOS DEL SEVILLA FC se une a este comunicado —firmado por una multitud de aficionados europeos que incluye organizaciones nacionales, grupos de aficionados de los 200 clubes del top del ranking UEFA, aficionados de clubes que presuntamente apoyan la liga cismática y aficionados de campeones de competiciones europeas y suscribe su contenido íntegro.

Estamos unidos en nuestra oposición a la creación de una Superliga Europea, un proyecto impopular, ilegítimo y peligroso a los ojos de la abrumadora mayoría de los aficionados y aficionadas.

Este proyecto destruiría el modelo europeo de deporte basado en principios comúnmente aceptados tales como el mérito deportivo, los ascensos y descensos, la clasificación para competiciones europeas a través del éxito en competiciones nacionales y la solidaridad financiera. En el proceso, también socavaría los cimientos económicos del fútbol europeo, concentrando más si cabe la riqueza y el poder en manos de alrededor de una docena de clubes de élite.

Reconocemos que nuestro deporte necesita profundas reformas desesperadamente. Pero las propuestas deben buscar revivir el equilibrio competitivo en las competiciones europeas, proteger las ligas nacionales, promover los intereses de la afición y favorecer una distribución más justa de los ingresos. Una Superliga Europea no lograría ninguno de estos objetivos sino todo lo contrario.

Mérito Deportivo y Competiciones Europeas

El razonamiento que respalda la creación de una liga cismática es simple: permite que los grandes clubes triunfen fuera del terreno de juego, incluso cuando fracasan dentro de él. Es anticompetitivo por diseño. Elimina la magia de la copa, arrebata el sueño de ver jugar a tu club en Europa y va contra el mismo espíritu del deporte.

Este enfoque es profundamente injusto y contraproducente. Creemos que todos los clubes deben tener igualdad de oportunidades para clasificarse para las competiciones europeas, oportunidades basadas en el trabajo duro, en la determinación y en la habilidad, no en el tamaño de su balance económico o en glorias pasadas.

Protección de las Competiciones Nacionales

Una Superliga socavaría más si cabe las competiciones nacionales, exacerbando las desigualdades dentro de cada liga y entre las distintas ligas al añadir más partidos europeos a un calendario ya saturado y dando a los clubes más ricos una ventaja aún mayor a través del aumento de sus ingresos.

Nos preocupa, ante todo, por cómo les va a nuestros clubes en las ligas y copas nacionales. Nos negamos a que se conviertan en competiciones de segunda clase. Queremos fortalecerlas, no debilitarlas.

Defensa de la Afición y la Cultura de Grada

La pandemia ha demostrado una vez más la importancia de las hinchadas para el espectáculo y la supervivencia del fútbol, desde la Champions League hasta las categorías amateurs. Hemos apoyado a clubes —financieramente y de otras formas— a pesar de no poder entrar a los estadios y de estar sufriendo los efectos de una crisis económica en nuestra vida diaria.

Esta solidaridad debe reconocerse, no explotarse. Hay límites para la cantidad de tiempo y dinero que los hinchas pueden invertir en el fútbol, y una Superliga los supera ampliamente. Ni queremos ni necesitamos más partidos europeos. Estamos cansados de pagar por la fantasía de salarios, precios de traspasos  y beneficios en constante aumento y por la mala gestión financiera de algunos.

Reparto Más Justo de los Ingresos y Sostenibilidad

El modelo económico actual del fútbol europeo sufre de graves defectos. Un puñad de clubes acumula ingentes cantidades de dinero, mientras que muchos otros apenas tienen y en muchos países las categorías inferiores se tambalean al borde del colapso. Una Superliga haría esta situación mucho peor al permitir que los grandes clubes monopolizaran los beneficios poniendo en peligro el sistema de solidaridad y redistribución actual.

Queremos una distribución más equitativa de los ingresos del fútbol europeo para proteger a todas las ligas y clubes,  haciéndolos más competitivos a nivel nacional y europeo.

Diálogo con la Afición y otros Grupos Implicados

Una Superliga haría que el fútbol europeo fuera más desigual, menos competitivo y, en última instancia, insostenible. Si bien es necesaria una reforma, no debe tomar la forma de un ultimátum de clubes ricos que buscan beneficiarse de una crisis de salud pública sin precedentes.

Por lo tanto, solicitamos que se inicie un proceso de consultas en el que participemos todas las partes implicadas, incluidas las aficiones y sus representantes,  para tratar sobre cualquier propuesta de reestructuración del fútbol europeo

También seguiremos de cerca cualquier intento de cambiar el formato actual de competiciones europeas de clubes, evaluándolos siguiendo los principios enunciados en este comunicado y nos opondremos a cualquier intento de imponer una Superliga por la puerta trasera.

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